- ¿Al final te acosaste con la mujer del jefe? – Sí, aunque mi trabajo me costó
-¿Y esa cara de felicidad? -Perdón jefe, no volverá a pasar -Así me gusta Pérez, no le pago para que sea feliz.
—Hagamos brainstorming. —¿En qué consiste, jefe? —En decir lo primero que se te venga a la cabeza. —Hijo de puta.
– Envía esta documentación. – ¿No te falta algo por decir? – ¿El qué? – “Porfa” – O por correo electrónico, como quieras.
-Llega usted tarde a trabajar otra vez, ¿puede justificarlo? -Sí, tengo por aquí un papel… Agárrame el cubata un momento…
—Quiero un artículo sobre la campeona de natación en cinco minutos. —Descuide, jefe, lo hago sobre la marcha. —Sobre la nadadora, ¡imbécil!