– Doctora, mi marido quiere tener relaciones a todas horas. ¿Qué le doy? – Mi número
-¡ENFERMERA, TIENE USTED MUCHA SANGRE FRÍA! -Doctor, ¿cada vez que saco una bolsa de sangre de la nevera tiene que hacer la broma? -Chi
– Levantemos el corazón. – Lo tenemos levantado hacia el Señor. – Me refiero a que me sujete las pinzas, enfermera. – Ah, sí, perdón.