—¿Dígame? —¿Es el veterinario? —Si. —¿Me puede decir que come un canario? —Lo mismo que tú pero con una hora de retraso. —Gracias.
Le enseñé a mi loro a decir “¿y qué más?” y ahora lleva 17 horas hablando con uno del 1004.
– Te quiero. – Notas un cosquilleo en el vientre ? – Si cariño. – Pues es una tarántula, a ver si te va a…