—¿Qué pone aquí?
—Está borroso.
—Espere, ¿ahora?
—Está borroso.
—¿Y ahora?
—Doctor, pone “está borroso”, ¿no se cansa de la bromita?
—Nunca.
—¿Qué pone aquí?
—Está borroso.
—Espere, ¿ahora?
—Está borroso.
—¿Y ahora?
—Doctor, pone “está borroso”, ¿no se cansa de la bromita?
—Nunca.