– No sabes qué ganas tengo de besarte.
– Te equivocas de número.
– ¿Por qué dices eso, preciosa?
– Porque soy tu madre, gilipollas
– No sabes qué ganas tengo de besarte.
– Te equivocas de número.
– ¿Por qué dices eso, preciosa?
– Porque soy tu madre, gilipollas