– Mamá, mamá, hay un pobre hombre que no para de gritar. ¿Me das algo para él?
Pobre hombre
– Bueno, toma. ¿Y qué dice?
– ¡Helados, helados!
– Mamá, mamá, hay un pobre hombre que no para de gritar. ¿Me das algo para él?
– Bueno, toma. ¿Y qué dice?
– ¡Helados, helados!