—Tengo un problema.
—Toma.
—¿Un vaso de agua?
—No es agua. Es agua con sal.
—¿Y?
—Te estoy dando una solución, desagradecido.
—Tengo un problema.
—Toma.
—¿Un vaso de agua?
—No es agua. Es agua con sal.
—¿Y?
—Te estoy dando una solución, desagradecido.